Es la principal actividad productiva de la Parroquia La Victoria de Imbana y se desarrolla en la mayoría de las fincas de la jurisdicción. Se caracteriza por ser de carácter extensiva, lo que ha significado una ampliación de la frontera agropecuaria que ha traído consigo una disminución significativa de los bosques y transformación del paisaje de la localidad.

Se trata en su mayoría de unidades de producción pequeñas, con escasa o nula tecnología, lo que no permite incrementar la producción y productividad. A eso debe sumarse la incidencia de los factores como el clima, la infertilidad de los suelos, la falta de asistencia técnica y los bajos costos de la leche y sus derivados.

La ganadería bovina para la producción de carne y leche, es la primera actividad productiva y representa el mayor ingreso de las familias de la parroquia. Su principal fuente de ingresos está en la venta del ganado en pie, así como en la venta de leche cruda y sus derivados o productos con mayor valor agregado como queso y quesillo.

La información proporcionada por el Centro Agrícola del Cantón y la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitaria (AGROCALIDAD), a través del Sistema Fiebre Aftosa Ecuador (SIFAE), indica la existencia de una población de 3.583 unidades bovinas.

Este dato debe compararse con las 9.482 cabezas de ganado que había para el año 2014 en que se elaboró el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial vigente a la fecha del presente diagnóstico.

Ganadería bovina de la Parroquia La Victoria de Imbana
Fuente: SIFAE, 2020.

Estas 3.583 cabezas de ganado, pastan sobre las 10,112.92 ha. de área agropecuaria, con una relación de 1 unidad bovina por cada 3 hectáreas. Sobre esto último, la relación de terreno a ocupar por animal en La Victoria de Imbana se mantiene muy por debajo del rango ideal, esto quizás debido a factores como el tiempo en que se ha venido desarrollando la actividad ganadera que ha conllevado a que en los suelos se propicien procesos de sobre pastoreo, erosión, deslaves, lo que a su vez provoca falta de alimento, estrés de los animales y baja producción, factores que sumados a la falta de un manejo técnico de la ganadería han hecho que se necesiten cada vez más extensiones de potreros.

Las áreas de pasturas para la actividad pecuaria que en la mayoría de los casos han sido establecidas en áreas no aptas para el desarrollo agropecuario por presentar una topografía irregular y suelos pobres en materia orgánica, propensos a deslizamientos y la erosión, que actualmente presentan un proceso de degradación y no son productivos.

El pastoreo en altas pendientes genera una serie de riesgos para el ganado, según lo que manifiestan los participantes, en algunas ocasiones los animales tienden a rodar por la ladera al no lograr sostenerse.

Actividad Porcina

De las entrevistas realizadas en la Parroquia La Victoria de Imbana se determina que existen un total de 115 individuos de ganado porcino; un 87.5 % de los entrevistados han indicado tener entre 1 y 5 individuos, un 12.5 % tienen entre 6 a 10 individuos.

En torno a si se ha accedido al mejoramiento genético para el ganado porcino, solamente un 6 % de los entrevistados dijo haber accedido a mejorar genéticamente sus cerdos, restando un 94 % de finqueros que no lo han hecho.

En torno a la comercialización, según lo indicado en las entrevistas, anualmente se venden un total de 81 individuos con un peso promedio de 5 arrobas, al año.